domingo, 13 de marzo de 2016

Introducción

El Renacimiento, es el fenómeno cultural o movimiento de revitalización cultural que surge en Europa Occidental durante el siglo XIV, que se desarrolla en los siglos XV y XVI y que se muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de perfección, explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían inspirado aquellos pueblos.

Mujeres Artistas

Sofonisba Anguissola (1532-1625)

Nació en Cremona (actual Italia) hacia 1532, y murió en Palermo en 1625. Fue una pintora italiana, la primera mujer pintora de éxito del Renacimiento y una de las artistas más longevas, conocida como "Sofonisba Anguissola la única".

Su clase social no le permitía ir más allá de los límites impuestos para su sexo. No tuvo la posibilidad de estudiar anatomía o dibujar del natural, pues era considerado inaceptable para una mujer que viera cuerpos desnudos. Por lo que, buscó alternativas pintando retratos (muchas veces usando a su familia como modelo) en posiciones originales y poco tradicionales para la época.

La muerte la condenó al olvido y sus obras fueron adjudicadas a Zurbarán, Antonio Moro, Tiziano, Sánchez Coello, Bronzino, Moroni, El Greco o Van Dyck, y aun hoy continúa siendo objeto de debate la autoría de La dama del armiño, adjudicada a El Greco.

Sofonisba dijo en cierta ocasión: «La vida está llena de sorpresas; intento capturar estos preciosos momentos con los ojos bien abiertos».


Artemisia Gentileschi (1593-1656)

Autorretrato como Alegoría de la Pintura,
1630, Colección Real
Artemisia Gentileschi nació en Roma, el 27 de Julio de 1593 y murió en el año 1656 en Nápoles. Fue la hija mayor del pintor Orazio Gentileschi, uno de los grandes representantes de la escuela romana de Caravaggio.

Artemisia fue introducida a la pintura en el taller de su padre, mostrando más talento que sus hermanos, que trabajaron junto a ella. Aprendió dibujo, cómo empastar colores y dar brillantez a los cuadros. Dado que el estilo de su padre, en aquellos tiempos, se remitía explícitamente al arte de Caravaggio.


También los primeros pasos artísticos de Artemisia se situaron, por motivos diversos, en el despertar del gran pintor lombardo. Pero su aproximación a los temas era diferente de la de su padre.    




Elisabetta Sirani (1638-1665) 

Autorretrato como alegoría de la Pintura (1658)
Museo Pushkin, Moscú
Elisabetta Sirani, la rápida y prolífica pintora, nació en Bosnia el año 1638 y, murió a una edad muy temprana, en 1665.

Con tan sólo 12 años Elisabetta empezó a pintar siguiendo los pasos de su padre, Giovanni Andrea Sirani (seguidor del estilo de Guido Reni y su principal ayudante) aunque este en principio rechazara la idea de que su hija se convirtiese en pintora. 

A pesar de su corta carrera artística, ya que la artista con tal solo 27 años, moría de modo inesperado, en sólo diez años pintó más de 200 obras de arte que le valieron el reconocimiento internacional.

Es importante destacar que, la ciudad de Boloniaes reconocida como la ciudad que produjo mayor cantidad de pintoras en el siglo XVII, hecho que se debe en parte a que allí la mujer logró muchos avances en el reconocimiento de sus derechos.

Lo que sí se puede afirmar, tanto de ella como de muchas otras pintoras del momento es su falta de conocimientos anatómicos por estar prohibido a las mujeres observar modelos desnudos para su estudio. Sea como fuere, los conocimientos del claroscuro suavizado típico del barroco de la escuela boloñesa los tenía muy interiorizados.




Ginevra Cantofoli (1618-1672)


Ginevra Cantofoli, nació en 1618 en la ciudad de Bolonia y, murió en esta misma ciudad en el año 1672.


Ginevra nació en el seno de una familia que poco tuviera que tener alguna relación con el arte y poco a poco, su gusto por la pintura de aquella época fue en aumento.

Estudió en la Academia de Diseño de Elisabetta Sirani para más tarde trabajar en su taller. Tuvo una producción muy rica, pero por desgracia muchas de sus obras fueron desapareciendo.

Estuvo casada y tuvo dos hijos.





Caterina Van Hemssen (1528-1558)

Caterina nació en Amberes, Bélgica, en 1528. Aprendió la técnica en el taller de su padre, junto a los demás aprendices, ayudándo a su padre también en algunos de sus trabajos. Al igual que Jan van Hemessen, hacia la década de 1540, Caterina recibió el patronazgo de la reina María de Hungría, que en ese tiempo actuaba de regente de los Países Bajos en nombre de su hermano de Carlos V. Trabajó en su corte realizando retratos en miniatura de importantes cortesanos, además de obras de temática religiosa que muestran la influencia paterna.


Caterina contrajo matrimonio con Christian (Chrétien) de Morien, organista de la Catedral de Amberes, un cargo considerado importante en aquella época. Lamentablemente, dejó de pintar luego de su casamiento cuando contaba con 26 años, porque no se han encontrado pinturas de ella fechadas después de este acontecimiento.

Dos años después, cuando la reina María renunció a la regencia de los Países Bajos, Caterina y su marido se fueron con ella a España, permaneciendo allí hasta que la reina murió en 1558. El aprecio de María de Hungría por el talento de Caterina fue tal, que asignó como herencia a la pareja una elevada pensión para que pudieran llevar una vida confortable.


Francesca Caccini (1587-1641)



Francesca Caccini nació en Florencia, y fue la primera compositora de ópera de la época del Renacimiento. 
Desde los trece años de edad estaba dotada de grandes dotes musicales, tocaba varios instrumentos como el laúd y el arpa, y compuso una gran cantidad de obras, de las cuales únicamente una ópera ha llegado hasta nuestros días; el resto, al igual que su memoria y su nombre, fueron olvidadas. 


Inés de Suárez (1507-1580)

Inés de Suárez nació en Plasencia, España, y pasó a la historia por ser una de las fundadoras de Santiago de Chile junto al conquistador Pedro Valdivia, el que terminó siendo su amante, y por haber protagonizado uno de los actos más crueles en la batalla que tuvo lugar por la lucha de los territorios americanos: decapitar a sus siete caciques. A pesar de este terrorífico acto, Inés acabó dedicando su vida a realizar obras de caridad.